Dentro de la efervescencia festivalera que se vive en México y la mayor parte del mundo, festivales van y festivales vienen, en ocasiones gracias a cerveceras, y en otras gracias a empresas multinacionales que han encontrado en la música en vivo un negocio por demás rentable.
Sin embargo lo que sucede en Trópico año con año nos provoca mantener la esperanza en la música y entenderla como un instrumento de celebración y regocijo.
Lo más interesante sin duda y tal vez lo que difícilmente podremos repetir, es la experiencia de bailar al ritmo de Seun Kuti, hijo del mítico padre del Afrobeat Fela Kuti, y por otro lado escuchar en vivo el histórico disco Pet Sounds interpretado por Brian Wilson.
Así fue como se vivió Trópico 2016: