La Bruja de Texcoco se presentó este viernes 1 de noviembre de 2024 en el Auditorio Teopanzolco, con motivo del Festival Miquixtli. Té de Malvón, Tepari, el Diablo y la Bruja, Puerta en playa Tiempera de Granizo, Nahual Papalotl . Azcatl Cuecueyoca (Hormiga colorada), Apixque fueron algunas de las canciones que interpretó con su ya característica frase “Vámonos recio’’.
Y lo que prometía ser una noche cargada de hechizos así lo fue. Apareció una figura imponente con un vestido negro, con un enorme collar de Calacas de barro, y un tocado sencillo, el cabello recogido en un gran chongo trenzado y así este viaje comenzó:
“Lo digo cantando un son / me presento en mi manera/ y con cuernos en la cabeza pues lo amerita la ocasión/puede ser que pierda yo la razón de ser pues lo que yo quiera/ con la escoba entre las piernas y mis conjuros de amor la bruja de Texcoco soy “[….]
El arpa y el violín fueron dos instrumentos que nos hicieron viajar y ver como ese gran vestido se cargaba de movimiento e iba generando una estela de luz a su paso por los distintos puntos del escenario. Siempre socarrona y vivaz la bruja fue contando distintas anécdotas en cada una de sus canciones, sin duda, sorprendió cuando en Suite Aquelarre apareció tocando el caracol y después el arpa, los gritos y bullicio de los asistentes no se hicieron esperar.
En canciones como Tiempera de Granizo y El diablo y la bruja. Vimos como ese vestido negro se caía y debajo de este estaba una falda rosa de lentejuela y una botas vaqueras, así la bruja transformo el chongo en unas trenzas sencillas y se puso un sombrero rosa. Así rompió la solemnidad y nos dijo vamos a hacer algo van a cantar conmigo el coro de esta canción que decía “Yo fui un chingo para ti” y al unísono se unieron todas las voces con dolor y con pasión.
Habló de aquellas canciones que le ha compuesto al desamor y la diferencia clara que existe entre la bruja y Octavio. Él se encarga de las cuentas y la bruja de disfrutar.
Otro de los grandes momentos fue cuando pidió que encendieran sus luces del celular y fue así como el auditorio se transformó en un puñado de luciérnagas que alumbraron aquel instante.
Desde Luego no podía faltar que hiciera referencia a la serie de Netflix. El secreto del Rio y su icónica frase “Un buen amigo vale más que mil amores” que fue coreada por todos y todas en el lugar.
Pero la bruja no podía irse sin antes hacer que muchos se levantaran de sus asientos y fueran adelante del escenario para hacer de ese ese concierto una verbena y así entono Cariñito despidiéndose de todos nosotros. Con la frase “Nunca, pero nunca, me abandones cariñito”.