Con un cartel digno de un gran reconocimiento se llevó a cabo por segunda ocasión el festival Trópico en las playas de Acapulco, Guerrero.
Al momento de clasificar festivales, en tanto que sean buenos, malos o de vanguardia, resulta ser una labor complicada y un poco absurda. Los festivales tienen cosas buenas y cosas no tan buenas; pero lo sucedido en Trópico pareciera ser la gestación de un evento con propuestas sonoras de altísima calidad y que busca trascender la masificación de festivales para instaurar la idea de provocar experiencias.
El ambiente se gestó inigualable y la locación se convirtió en un set envidiable; proyectos musicales nacionales e internacionales se dieron cita mediante la convocatoria de Archipiélago, 8106 y Pegaso (los entes detrás de grandes proyectos) y que ofrecieron al público, que se caracterizó por mantener una actitud festiva, una de las mejores experiencias musicales del 2014.
Proyectos emergentes como Little Jesus y Kelela, proyectos ya con trayectoria como Disco Ruido y BlondeRedhead fueron los que musicalizaron las primeras horas del festival; sin embargo los nutridos sonidos de Sinkane y la explosión icónica de Atomic Bomb (David Byrne, Alexis Taylor, Pat Mahoney, Money Mark, Luke Jenner y demás músicos invitados) fueron los que provocaron un verdadero trance sonoro.
Sin dejar fuera la importante participación de Erlend Oye junto a su guitarra acústica y tocado sus éxitos, para vestir la tarde en la playa y la hipnótica presentación de superpitcher.
A medida que transcurrían las horas, por supuesto que no podía faltar el abanico musical de varios dj´s que presentaron sus joyas musicales más preciadas para un público cada vez más exigente. Trópico 2014, sorprende a todos.
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