Una de las iniciativas más interesantes que se vienen realizando en la ciudad de Cuernavaca, es sin duda el Festival de Jazz Morelos, que por segunda ocasión se organiza para deleite de todos los cultores del jazz y las músicas emergentes.
Con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Morelos y de la entusiasta participación de los alumnos del Centro Morelense de Artes, integrantes del voluntariado que apoya en la logística y en la producción del evento; bajo la dirección de Tony Anzures, tecladista del grupo de jazz Chronos, se realizaron tres jornadas musicales teniendo como sede el Foro del Lago del Jardín Borda, La sala Manuel M. Ponce y el Teatro Ocampo, todos los foros antes citados se encuentran en el corredor cultural del centro histórico de la ciudad. Es importante señalar que se transmitieron en vivo los conciertos de los días 17 y 18 a través de las cuatro emisoras del IMRyT, con difusión de las actividades y entrevistas con los participantes del festival en los turnos en vivo de la Radio de Morelos.
En esta edición se contó con la presencia del Cuarteto Magatama, The Piano and Drums Project, Mooi, A Love Electric, Le Crew, Totem Kipomo, Ándrés Uribe Trío, Som-bit, Daniele Morelli, Alberto Medina Trío y Dannah Garay. En lo referente a las actividades académicas se impartieron clases magistrales con los músicos Vladimir Coronel en la percusión latina y Alberto García en latin piano. Una vez concluidas las actividades en los recintos arriba mencionados, el público pudo disfrutar de las jam sessions en los foros La Baraque y el Sie7e Ocho, con la participación de los músicos estelares y locales que hicieron vibrar a todos con sus ejecuciones e improvisaciones en un viaje por la genealogía de jazz de ayer y hoy entre ritmos sincopados y atmosferas intensas con sendas descargas de trompeta y percusiones. Mención especial para el ciclo el jazz en el cine que proyecto verdaderas joyas del género como «Jazz On a Summer Day» de Bern Stern, «Bird» de Clint Eastwood y «Calle 54» de Fernando Trueba, entre las más destacadas.
Esperemos que este tipo de actividades sigan siendo apoyadas por las instancias participantes para seguir configurando una escena cultural viva y efervescente.