Hypnotic Brass Ensemble se presenta por primera vez en Cuernavaca, y ofrece una gran noche de funk y jazz de altos vuelos.
Recientemente se presentó por primera vez en la ciudad de Cuernavaca, el explosivo combo de alientos conocidos mundialmente como Hypnotic Brass Ensemble, agrupación oriunda del sur de Chicago, herederos del talento y la sensibilidad de una familia en donde la mayoría se desempeñan como músicos. Un colectivo integrado por ocho artistas, cuatro de ellos hermanos, hijos del trompetista Phil Cohran, miembro fundador de la orquesta Sun Ra, entidad musical de notoria influencia en los territorios del jazz y la experimentación de las últimas décadas.
Su historia
HBE inició su trayectoria como un grupo familiar que aprendió notablemente las enseñanzas y saberes de su padre, quien los ponía a ensayar dos horas antes de ir a la escuela para fortalecer sus habilidades musicales, repasando a los más destacados referentes del jazz, al mismo tiempo que escuchaban la música de su generación como: NWA, Public Enemy, Ice Cube y Eazy-E, por citar a los más destacados exponentes del rap de los Estados Unidos. El resultado de esa experiencia sonora fue su primer proyecto musical, un híbrido denominado GWC (Gansters With A Curfew), el resto es parte de una historia nombrada HBE.
La Hypnotic Brass Ensemble está integrada actualmente por: Smoov-trompeta; Baj-trompeta; Huda-trompeta; Yoshi-trompeta; Roco- barítono; Clef-trombón; Cid-trombón; y se acompañan por dos músicos invitados en la batería y el bajo. Hoy día, la banda se encuentra realizando una extensa gira que recorre Europa, Estados Unidos y por primera vez México, con fechas en Cuernavaca, Distrito Federal y Oaxaca, cerrando la gira a finales del mes de julio en Canadá.
Regresando a la HBE y su primera incursión artística en nuestro país, es importante recordar que su presencia generó muchas expectativas desde el primer momento en que se hizo oficial su visita. Advirtamos que su propuesta musical ecléctica y entusiasta sólo era conocida en los círculos exquisitos del jazz contemporáneo y su música únicamente se programaba en las radios culturales y universitarias de México, la recomendación entre los oídos atentos fue de boca en boca para reconocerlos en poco tiempo como una banda de culto.
Él que esto escribe recuerda que gracias a la recomendación del melómano y estudioso del jazz, el doctor Jaime Zarzosa, conductor y productor del programa “En Esencia Jazz”, la HBE fue programada por primera vez en las ondas hertzianas de Morelos, algunos años atrás. En ese entonces disfrutamos de sus discos Blue Album; New York City (Red Album); Green Album que sirvieron de introducción para conocer más sobre su carrera musical y de sus colaboraciones más adelante con Tony Allen, Prince, Gorillaz, Jay-Z, Mos Def, De La Soul, Flea, Femi Kuti, Wu Tang Clan, por citar algunos trabajos.
El concierto
Los músicos oriundos de la ciudad de los vientos, pero radicados desde hace más de una década en Nueva York, se brindaron desde la primer nota ejecutada en el escenario a un público que les celebró todas sus interpretaciones de principio a fin en una velada inolvidable a base de una rica mezcla de jazz, funk, soul, hip hop, calipso y una moderada pero omnipresente influencia balcánica.
Sin duda, la personalidad de la banda radica en su conexión inmediata con la audiencia rompiendo la barrera del idioma por el lenguaje universal de la música. Una vez ejecutadas las piezas que abrieron el concierto, los afroamericanos se despojaron de sus camisetas para entrar en calor y subir los niveles de emoción con el tema “War” que musicaliza la popular cinta The Hunger Games. Posteriormente vinieron en cascada “Balikibone”, “Maty”, “Menage”, “Yo friend” , “Delta”, “Coffee”, “Show time” y “Gypsy”.
Un dato que no podemos omitir fue la sorpresiva presencia en el escenario de la bailarina Heidi Von Son y Darío Abdala, destacados músicos de la escena morelense fundadores del grupo de percusiones y danzas africanas Banderlux, y ahora integrantes del grupo Som Bit, invitados especiales para abrir el concierto esa noche, para adentrarnos a su hipnótico sonido afrobeat con una selección perfecta de los temas más representativos de su primer disco titulado “Camino”.
Sin duda el Teatro Ocampo, recinto ubicado en el corazón de la ciudad de Cuernavaca, ha sido fiel testigo de varias noches memorables musicalmente hablando, pero desde el concierto del músico balcánico Goran Bregovic, no habíamos sido testigos de una gran asistencia, una auténtica fiesta llena de ritmos frenéticos que, por momentos nos trasladaron a una atmosfera propia de las películas policiacas de los años setenta con rasgos distintivos de la cultura hip hop citadina que reinventan la tradición del jazz cortesía de la Hypnotic Brass Ensemble.