La Ciudad del Cabo se encuentra en una situación crítica con la escasez del agua, transportar un iceberg no suena tan mala idea.
La contaminación, escasez y mal uso del agua, es un tema que venimos manejando desde hace más de 10 años. A todos nos han enseñado que debemos cuidarla, pues el líquido vital, en algún momento, poder acabarse.
Y parecía lejano que se terminara, pues nuestro planeta Tierra tiene más agua que tierra. Vivimos rodeados el 97% de agua salada y 2% congelada, por lo que el porcentaje nos deja con únicamente 1% de agua para abastecer las necesidades de los seres vivos de TODO EL PLANETA.
Y no, la verdad es que el agua no se acaba, seguimos teniendo la misma. El problema es que la estamos contaminando a velocidades sin precedentes. La UNICEF nos dice que más de 1.5 millones de niños mueren cada año por beber agua no potable.
Hemos llegado a la realidad que todos creíamos distante: el agua se ha acabado. En la Ciudad del Cabo, África, llevan tres inviernos seguidos sin que una lluvia les humedezca el clima. Y a pesar de que el gobierno de esta ciudad ha impuesto restricciones drásticas al uso doméstico del agua, no es suficiente. Tienen mal visto tirar de la cadena del wáter más de una vez al día; la gente se ducha encima de baldes para tratar de desperdiciar la menor cantidad de agua posible.
Prepárate, que llegó alguien con una idea que suena un poco descabellada
Las propuestas por tratar de conservar el agua que les queda son bastantes, pero la que más llama la atención es la del empresario Nick Sloane; quien se dedica al rescate de barcos hundidos. Nick, propone arrastras un iceberg de 70,000 toneladas de la Antártida hasta llegar a la costa del Cabo Occidental. Una vez arribado el iceberg, propone hacerle un agujero en lo alto del iceberg y, como si fuese una mina, extraer el agua del interior del bloque gigante de hielo.
Sloane explica que durante el recorrido del iceberg rumbo a África, perdería un 30% de su corporalidad ¡pero no importa! Pues aún así calcula que un solo bloque de hielo proporcionaría 135 millones de litros de agua al día durante un año.
No suena descabellado pero, siendo realistas; si éstas prácticas se volvieran comunes alrededor del planeta ¿en cuánto tiempo nos acabaríamos la Antártida? Estaríamos usurpando y quitándoles vida a distintas especies marinas como pingüinos, págalos, focas, ballenas y krilles (entre otros).
Esperemos continuar creando consciencia y ayudar en la medida de lo posible a preservar el planeta; cuidando el medio ambiente y respetando nuestra madre naturaleza.